El Castillo d´Acher (2390 metros). El nombre de esta montaña se debe a su aspecto de fortaleza inexpugnable que presenta hacia todas sus vertientes, y especialmente cuando se observa desde lejos. Además, de la curiosa morfología de esta montaña, destaca el colorido del paisaje que en orden ascendente pasa de un bosque frondoso de tonalidades verde-amarillentas, más tarde aparece un terreno de tonalidades rojizas y finalmente yerguen las paredes más verticales de caliza pardo –grisácea. Esta actividad es especialmente bella durante el otoño cuando la Selva de Oza es un estallido de colores y la parte final del recorrido ya ha recibido las primeras nieves.
La foto no es muy grande porque la he sacado de internet y ampliada queda fatal. Las originales aún no las he visto pero ya las colgaré cuando las tenga.
La verdad es que es una pasada lo que se ve desde allí arriba, no os podéis imaginar! Eso sí, ya se dice que todo lo que vale cuesta, y anda que no costó ni nada llegar hasta arriba de todo. Pero a pesar del cansancio y de las agujetas que tengo hoy, ha valido la pena totalmente.
Bueno, espero que os haya gustado mi pequeña crónica.
Un abrazo!
Laura.
