miércoles, 30 de mayo de 2007

El espíritu del blog


Hola de nuevo:


El blog no es un portal.

Quien piensa que por hacer un blog le van a leer está muy equivocado.

Ya nadie tiene tiempo de leer (ni siquiera yo, aunque pueda parecer que me sobra... si no me sobrase, ¿acaso tendría ganas de meterme a bloggero?).

El blog es un canal de comunicación que funciona en la medida en que hay vida e interés.

A mí me gustaría hacer un blog sobre las aceitunas.

Contarle al mundo mi pasión por las aceitunas. Entraría en la red y buscaría algún chalado como yo que amase ese sabroso fruto de la naturaleza. No lo he intentado (no estoy todavía tan loco) pero estoy seguro de que hay blogs de aceituneros apasionados en busca de sus congéneres pasionales.

Y seguro que lo hay de pipas. Y allí también me encontraría a mis anchas.

La red es un mundo maravilloso.

Basta que entren dos o tres personas en tu blog y ya comienzas a tener tu personalidad.

Buscas en google y si tu tarjeta de visita es suficientemente original te encuentras a la primera. Estas el primero del ranking en el buscador. Es el caso de un amigo mío que ha creado un blog llamado tan_gente. Él es el primero de todos los tan_gentes del universo.

Pero tampoco es el afán de sobresalir el que debe animar a un bloggero.

Es el afán de comunicar una experiencia personal a quien también pueda haberla experimentado.

¿Acaso no es éste el principio o el inicio de la amistad? C. S. Lewis cuenta el momento en que conoció a su mejor amigo. Estaban en un college de Inglaterra. Era su compañero de habitación. Pasó de ser camarada a convertirse en amigo en el momento en que supo que también él había leído el libro que cambió su vida... ¡y había sentido también lo mismo que él! En definitiva, Lewis se dio cuenta de que no estaba solo en el mundo.


Hoy tengo tiempo de comunicaros mi experiencia bloggera.

Esta mañana me han cambiado los planes. Debería ir a una convivencia de infantes y llevar en mi coche a los monitores. Pero me han dicho que primero pasan por el Bernabeu y que no hace falta que lleve a los monitores. Así que he ejercitado mi derecho a la objeción de conciencia (que ampara a todo culé en situaciones límite como estas) y llegaré a la hora de comer.

¡Toda una mañana para alimentar mis blogs!

¿qué voy a escribir a mis amigos novios comprometidos en mi blog de cursos prematrimoniales? ¿qué otras consideraciones les haré llegar a los amantes del eros y del agape? ¿qué foto les voy a colocar a los carrerasdelrincon? Con estas y otras preguntas el bloggero vive. Ciertamente tiene la esperanza de que alguien le lea. Pero basta que sea sólo alguien, alguno...

Cuando fui poeta (cuando escribía aquello de "la lluvia cae como una emperatriz"... que nunca supisteis valorar, porque os imaginábais el trompazo que se pega una emperatriz al tropezar en un escalón regio, en vez de quedaros con la esencia de la emperatrivez que puede ser análogamente predicada de la lluvia o del rocío), también escribía con la esperanza de que alguien me leyera. Y ya entonces descubrí y acepté que lo mío no son los bestsellers.
En definitiva. Aquí encontraréis, por lo menos, los residuos mentales de este bloggero que siempre ha estado loco (basta verme en la foto) y quiere seguir estándolo. Espero que unodenosotros también colabore con sus propias locuras (como la de la mona de ayer), porque son estas locuras las que hacen agradable la ordinariez del tiempo ordinario en el que irremediablemente nos encontramos.
Vuesto bloggero apasionado...


1 comentario:

unodenosotros dijo...

Bueno Joan, precisamente el otro día, secando una tetera, recordé un relato que escribiste de pequeño: se trataba de una tetera y de un juego de tazas que tenían vida propia. Me dejó superimpactada. Así que eso de que no valoramos tus poemas no lo dirás por mi, que gran parte de mi adolescencia me la pasé escuchando tus poesías, y me lo pasé bomba con ello. Bueno majo.
Besitos.
Mercedes.