Llevo desde el viernes aquí en las montañas de León. Hay unos cien chavales y lo estamos pasando muy bien, aunque en algunos momentos hemos tenido frío. Os paso dos fotografías: la primera que veis aquí arriba es mi confesionario portátil. Como hace frío, los chicos no tienen ningún inconveniente en venir a resguardarse mientras reciben la reconciliación. Tiene intimidad y la suficiente publicidad. Si está la puerta abierta, el confesionario está libre. Si está cerrada, no.
La otra es una visión panorámica.
2 comentarios:
Joan, es un confesonario portátil de lo más acojedor. Además, estoy segura que alguna pipa ya les darás. Parece mentira que se pueda pasar frio en estos días. No hace el calor de otros veranos pero ya va apretando. Me alegra que no te hayas desconectado del blog.
hala Joan, que suerte tienes! en las montañas de león no está todo el mundo. espero que metas + fotos en el blogg.
un saludo,
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