viernes, 15 de agosto de 2008

Viaje al paraiso: Capri


Os pensareis que solo hacemos turismo, y no es verdad, ya que estudiamos y tenemos clases. Pero, a la vez, es irresistible estar tan cerca de maravillas, porque lo de Capri es eso, una explosion de belleza, un lugar totalmente digno del paraiso. Recuerdo que mama lo decia, pero no me imaginaba que fuera tanto. Os cuento. A la 1 cojimos un ferry que nos dejo en el puerto de Capri. Yo iba con la idea muy firme de visitar la Grota Azzurra y asi lo manifeste hasta resultar un poco antipatica, ya que el guia que nos salio al encuentro nada mas pisar la costa de Capri, nos aseguro que, ya a esa hora era imposible visitar esas grutas. El nos ofrecia por un modico precio dar la vuelta en barco alrededor de la isla. No pude resistirme mas, asi que, me uni al grupo que formamos y me quede sin gruta azul. Fuera de ese "disgustillo", todo lo demas fue magnifico. Desde el barco un guia nos mostraba otras grutas, mansiones de famosos, yates de personalidades, chascarrillos y costumbres. Hacia un sol de justicia, pero con la pamela de Positano y con el airecillo que pasaba, estabamos muy bien. Despues de esto, unas se banyaron en las playas (que por cierto, estan mucho mejor que en Espanya, en cuanto a moral se refiere)y otras nos fuimos montanya arriba hacia el pueblo de Capri. La subida fue para nota porque eran las 3 de la tarde y la subida era bastante empinada. No cojimos el funicular por hacer ejercicio (quien me conoce bien sabe que tambien hay otro motivo de peso). Por el caminito pasamos debajo de unos arboles tupidos. La que venia conmigo comento "escucha el ruido, deben ser algunos pajarillos", y cuando acabamos de pasar cayo una rata de dos palmos. Era una rata limpia, pero me dio mucha dentera pensar que hubiera podido caer sobre nosotras. Ya arriba, no os puedo describir lo que se contemplaba. Os ensenyare fotos que han hecho aqui. Vimos un chiringuito en el que vendian granizado de limon con un chorro de zumo de naranja exprimido al momento: nos supo a gloria. Despues de retomar fuerzas visitamos la iglesia principal y entramos a rezar un rato. Salimos a pasear por las calles en las que estan todoas las tiendas caras: Guci, Louis Vuiton, Mochino, Dolce i Gabana ... (no tengo ni idea si se escriben asi) y asi educamos un poco el gusto. Esta es la suerte de no tener dinero, pasas por ahi con mucha dignidad, pero sin peligro de gastar un euro.
Voy a ir terminando. La vuelta la hicimos a las 8 de la tarde. Vimos la puesta de sol en el mar, y la luna llena preciosa reflejandose en el mar. Llegamos a casa y la administracion nos habia preparado una cena fria con cervecita que entraba sola. Menudo rollo os he pegado, pero es que si no lo escribo, temo que me olvide de un dia a otro. Ahora no tenemos otra excursion prevista hasta el martes que viene, que iremos a Roma. Asi que arrivederci hasta la proxima.

3 comentarios:

José dijo...

pues si que es guay capri, y que suerte de que vayas a Roma.

Joan dijo...

Bueno, Mercè, un poco de envidia sí que me das, puesto que entiendo tu sensación de quedarte corta en la descripción de Capri... Es una maravilla. Lo de la Grotta Azzurra no tiene más importancia... para mí tiene el valor del recuerdo de haber entrado allí con mamá a mí lado, que estaba contenta como una niña.

Anónimo dijo...

Hola Mercè:
Nosotros solo pudimos ver Capri desde la costa de Nápoles. Ojalá podamos ir un día.
Aquí estamos en casa viendo pasar las nube casi todo el rato y la barca sin estrenar en el jardín. Me parece que la tendremos que estrenar en Menorca, que no es como Capri pero tampoco está mal.
Mar (seguro que quieres saber de ella) está hablando sin parar, aunque cuando viene Javi Araquistain parece que le coge como una regresión y se hace pipí encima dos y tres veces, una de ellas sobre la cama de invistados. Su madre está encantada, como puedes imaginar.
Hasta pronto.
Luis