Ayer fuí a Misa por la tarde, a los franciscanos. Allí nos dijeron que hoy era el domingo del Domund. De pronto recordé las huchas que os entregaban en los Jesuitas, a los chicos, para que pidiérais dinero por la calle, que iría destinado a las misiones. Para los más pequeños, esas huchas no representaban un cerdito, ni otra cosa. Cada hucha representaba la cara de un negrito, un chinito, un indio, ... y así se hacía más evidente para el niño y para el ciudadano el fin de la colecta. La cosa es que recuerdo haber visto la huchita del negrito tiempo y tiempo rondando por casa. Os cuelgo una imagen que he encontrado, para que os hagáis una idea.
Ahí va: ¡qué épocas aquellas!.
1 comentario:
Yo he enviado a más de 15 niños con esas huchas por las calles y urbanizaciones de Valladolid. Lo malo es que después tendré que contar el dinero durante varios días, porque irán llegando poco a poco. Pero sí es una alegría para ellos.
Me acuerdo perfectamente de las huchas que utilizábamos en Pamplona.
Publicar un comentario